Al Calor Deportivo

A 10 años de su muerte, Miguel Layún recuerda emotivamente a Chucho Benítez: Era una bestia

Hace 10 años, Christian ‘Chucho’ Benítez, ídolo ecuatoriano y del América, dejó este mundo de manera inesperada, apenas dos meses después de conquistar el torneo Clausura 2013 con las Águilas.

 

Luego de coronarse con los azulcrema, el atacante de 27 años decidió dejar el Nido para probar suerte en el futbol de Qatar, con el equipo El Jaish SC. En Doha, una peritonitis mal atendida terminó en un paro cardíaco que le arrebató la vida al joven atacante.

 

En el Club América no dejó más que buenas historias y plausibles actos, dentro y fuera del terreno de juego. Así lo recordó Miguel Layún, a 10 años de su fallecimiento.

 

“Era una luz que iluminaba muchas veces la oscuridad cuando todo parecía más complejo para el equipo, porque los rivales también juegan y había buenos equipos, pero siempre decíamos: ‘Chucho va a aparecer y diría dame la pelota que yo lo hago”, recordó el futbolista del América.

En el Clausura 2013, sin duda alguna Christian Benítez fue una parte fundamental en el esquema de Miguel Herrera. De principio a fin fue determinante y el experimentado lateral mexicano así lo confirmó.

“Durante todo el torneo, ‘Chucho’ (Benítez) te daba esa sensación de tranquilidad que pocas veces encuentras. Era ese jugador que sabías que cuando la situación más complicada era, de alguna manera se las iba a ingeniar para aparecer. El partido contra Pachuca, el partido contra Pumas… ‘Chucho’ tenía eso”, agregó emotivo Layún.

Miguel Layún: Christian Benítez era una bestia

El impresionante físico de Christian Benítez no era un secreto; sin embargo, no era casualidad la potencia que tenía en los entrenamientos y en los partidos.

En una charla con medios de comunicación, Miguel Layún recordó una curiosa anécdota con el ‘Chucho’, a quien describió como ‘un animal competitivo´.

“El tipo era una bestia, terminabas de entrenar, entrabas al gimnasio y lo veías haciendo pull ups con… no sé, 40, 50 libras extras y lo veías subir y bajar como si nada. Decías, ¿cómo carajos lo vas a parar? Y encima llegaba el partido con gol… Era un animal competitivo, transmitía demasiado y yo creo todos tenemos grandes memorias con él”, concluyó.