CIUDAD DE MÉXICO, junio 27 (EL UNIVERSAL).- A esta altura de la temporada pasada, los Diamondbacks de Arizona se habían despedido de posibilidades de Playoffs al situarse en el fondo del Oeste de la Liga Nacional, situación diferente a la de este año donde día a día pelean por la cima de la división más reñida de Grandes Ligas.
Aunque vuelan por debajo del radar al no ser mediáticos, los D-backs son uno de los cinco equipos de MLB que juega pelota por arriba de .600 y le respiran en la nuca a los Dodgers de Los Ángeles. Y aunque la mayoría de la base de peloteros es igual a la de la campaña anterior, Arizona suma 13 victorias más y 14 derrotas menos.
El manager Torey Lovullo ha impregnado de forma casi inmediata su filosofía de disputar los encuentros como si se mantuviera en la Liga Nacional, una situación que aunque no es lo ideal para el analista y ex jugador de la franquicia, Rodrigo López, ha impulsado su récord.
«En realidad ahora todo le está saliendo bien al manejador y al equipo. Sorprende mucho sus movimientos que hace en el lineup porque el cuarto en el orden, puede aparecer en el primero al otro juego, pero es parte del estilo de Lovullo», declaró López, quien detalla todos los juegos de local de los D-backs.
Hasta el momento, Arizona es la cuarta mejor ofensiva del viejo circuito con .265 de bateo y la segunda organización que más carreras ha llevado al plato con 388, por debajo de las 415 de Washington.
En el encuentro de este domingo, Zack Greinke fue de menos a más al cubrir cinco innings, Daniel Descalso produjo tres carreras y los Diamondbacks de Arizona despacharon 7-1 a los Phillies de Filadelfia.
Arizona capitalizó una mala apertura de Nick Pivetta (1-4) en el cierre de la serie, anotando seis carreras en los tres primeros innings contra el novato derecho. Greinke (9-4) permitió una carrera y tres hits.