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Tácticas de guerra en la trinchera

Ignacio Beristáin busca guiar a JC a un triunfo, si bien admite que el rival, quien entrena con los Reynoso, es mejor

Lejos de testigos, agotando los músculos en los gimnasios, que se ven convertidos en templos de dolor, es donde los boxeadores ganan las peleas. Cuartos de guerra que tienen en los entrenadores a sus mariscales de campo que en voces de mando van tejiendo la estrategia durante meses.

Ignacio Beristáin, Rodolfo Chávez, Eddy y Chepo Reynoso, son ajedrecistas que mañana tratarán de dar jaque mate a los que son considerados los actuales reyes del boxeo mexicano: Julio César Chávez Jr. y Saúl Álvarez.

La pelea más mediática de los últimos 10 años en nuestro país no se desarrollará únicamente sobre la lona. Al ras de suelo, con la mirada por debajo de la primera cuerda, estará la fuerza de las esquinas. Los encargados de sacar ventaja de las debilidades del adversario. De dar consejos y hacer ajustes durante el desarrollo del combate.

En la almohadilla roja, el experimentado Beristáin tendrá como misión mantener bajas las pulsaciones del hambriento Junior. Lo acompañará Rodolfo, parte de la familia Chávez, quien siempre está al pendiente del “Hijo de la Leyenda”.

Beristáin es un hombre de pocas palabras, pero muchos triunfos. En su gimnasio (Romanza) se han construido más de 30 campeones mundiales. Tomó la invitación de Chávez Carrasco por la amistad que existe con su padre y también por el reto de vencer a un peleador más completo.

“Yo pienso que Julio tiene 40% de posibilidades de ganar. No hay que tapar el sol con un dedo, decir lo contrario para mí es mentir. ‘Canelo’ es un boxeador más completo que ha aprovechado su carrera y la ha tomado con mucha disciplina. Pero eso no significa que no tengamos la ilusión de ganar, esa nadie nos la quita, un boxeador siempre sube a ganar y así pensamos que va a bajar Julio”, declaró Beristáin.

El veracruzano entendió que en dos meses al mando no puede corregir todos los errores de Chávez y por eso fue al fondo de su cabeza; la idea fue mentalizarlo que para ser triunfador primero hay que soñarlo y creérselo.

“Quiero que sepas que está listo para la victoria. Que no hay nadie, si él se lo propone, que lo pueda detener. En el boxeo no gana el de mayor talento, sino quien tiene más determinación”.

A “Sugar” Ray Leonard alguna vez le dijeron “Tienes que saber que puedes ganar. Tienes que creer que puedes ganar. Tienes que sentir que puedes ganar” y después se convirtió en multicampeón. Por eso don Nacho es fiel creyente de eso, desde que se adentró en el pugilismo hace 54 años.

Larga relación. En la esquina roja una relación de 13 años entre los Reynoso y “Canelo” Álvarez luce como la carta fuerte. Eddy y su padre Chepo tomaron las riendas del tapatío desde que era un niño, y tanta comunicación han creado, que con una mirada o un gesto minúsculo, pueden cambiar la estrategia.

El lazo es casi familiar entre peleador y entrenadores.

“Saúl es un boxeador muy noble a la hora de trabajar. Entiende a la perfección los tiempos que debe dedicar a la hora de entrenar. Gran parte de donde está, es gracias a su disciplina y el coraje que pone a diario”, sostuvo Eddy Reynoso.

Uno de los momentos que más fortaleció la relación entre “Canelo” y los Reynoso se dio tras la derrota con Floyd Mayweather Jr.

Muchos opinaron, incluido el propio Beristáin, que si el tapatío quería mejorar tenía que cambiar
de esquina.

Pero Álvarez decidió mantenerse con la dupla, pues con ellos obtuvo todo lo que el boxeo le ha dado.

Las estrategias de la pelea están en la cabeza de los entrenadores y por ahora, sólo ellos saben cómo actuarán Chávez y “Canelo” durante la pelea.