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Ferretti, un tanque de oxígeno para la FMF

El técnico brasileño permitirá que se tenga un mayor tiempo para encontrar al nuevo entrenador

El Universal

Dice que no es el salvador del fútbol mexicano. Que tampoco será «la octava maravilla» si derrota a Estados Unidos y obtiene el ansiado boleto a la Copa Confederaciones. Ricardo Ferretti asegura que él es sólo «el técnico interino» de la Selección Nacional.

El llamado «Tuca» es más bien un tanque de oxígeno para la Federación Mexicana de Futbol (FMF), que sigue en la búsqueda de un entrenador para el Tri de cara a las eliminatorias mundialistas, que inician en noviembre.

Pero el proceso ha sido lento, como si nadie se animara a tomar las riendas del equipo mexicano, que se quedó acéfalo luego de que Miguel Herrera golpeó al comentarista Christian Martinoli en el aeropuerto de Filadelfia, lo que horas más tarde se tradujo en su separación del cargo como director técnico nacional.

Entonces los medios locales comenzaron a barajar una docena de nombres, entre los que destacan los argentinos Marcelo Bielsa, Jorge Sampaoli (técnico de Chile) y Ricardo La Volpe, además de los mexicanos Víctor Manuel Vucetich, Manuel Lapuente y Raúl Gutiérrez, entre otros.

Según reportes de la prensa, Bielsa es el único que se mantiene como candidato.

«A la fecha hemos hablado con varios técnicos sobre el proyecto, tanto los que laboran en México como fuera, y quiero asegurar que a ninguno le hemos hecho una oferta puntual. Estamos en el proceso de selección», dijo Decio de María, flamante presidente de la FMF.

Es por eso que el organismo tuvo que recurrir a un interinato. Y fue ahí cuando apareció Ferretti, quien se ofreció a dirigir los próximos cuatro partidos del Tri, incluido el del 10 de octubre en Pasadena, California, ante Estados Unidos, con el boleto a la Confederaciones de por medio.

También están tres amistosos: el 4 de septiembre ante Trinidad y Tobago, el 8 contra Argentina y el 13 de octubre frente a Panamá.

«Vengo con toda la ilusión del mundo, todo el compromiso de hacer las cosas lo mejor posible. Para mí es un gran orgullo, una gran satisfacción», dijo Ferretti en la conferencia de prensa de su presentación.

Será la segunda ocasión que el ‘Tuca’ forme parte del cuerpo técnico de la selección mexicana, pues en 1993 dirigió un partido amistoso ante Costa Rica, y un año más tarde fue asistente de Miguel Mejía Barón en el Mundial de Estados Unidos 1994.

Pero Ferretti no llega para quedarse. El brasileño naturalizado mexicano ha dejado bien claro que sólo dirigirá esos cuatro partidos y se regresará a su club, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

«Yo tengo cinco años de dirigir a Tigres y hay un contrato por tres años más. Entonces el compromiso con Tigres es la razón por la que yo no me puedo quedar en la Selección», dijo un convencido «Tuca». «A Tigres no le puedo fallar porque ellos me han apoyado, cosa que no es muy común en el futbol mexicano… Yo creo que esto nos ayuda a ambas partes para que la Selección encuentre al técnico que nos lleve a lo máximo en Confederaciones y mundiales».

Sus cartas credenciales son tan conocidas como su mal humor.

Ferretti ha dirigido durante 24 años en el futbol mexicano. Tiene tres títulos de Liga, con Chivas, Pumas y Tigres.

Debutó como jugador profesional en 1968 y en 1977 llegó al Atlas mexicano, aunque sus mejores años los vivió con los Pumas, a los que les dio un campeonato gracias a un golazo de tiro libre ante el América, a principios de los 90.

Hace unas semanas llevó a los Tigres a la final de la Copa Libertadores, que perdió ante River Plate.

Pero también tiene su lado oscuro. En los entrenamientos y en los partidos, es duro con los jugadores, a los que a menudo corrige a gritos e insultos.

Con la prensa ha tenido sus diferencias o sus declaraciones de ocho columnas, como aquella vez que dijo que «prefería ser barrendero» que técnico de la selección mexicana. O el haber bautizado a los juegos amistosos del Tri en Estados Unidos como «moleros».

«Bueno, hay un dicho que dice que ‘cae más rápido un hablador que un cojo’, y a mí me tocó», reconoció con una sonrisa.

Ahora parece estar completamente comprometido a ayudar al futbol mexicano.

«A partir del domingo soy entrenador de la Selección Nacional y me voy a dedicar de cuerpo y alma en todos los sentidos para la Selección, y no tengo nada que ver con Tigres mientras yo esté aquí», aseguró.

Lo más importante es que le da tiempo a la FMF de buscar, encontrar y firmar a su próximo director técnico, que seguro será el enésimo en prometer el quinto partido para México en una Copa del Mundo.

Porque a partir del 14 de octubre, con «Tuca» no cuenten.