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Zulina «Loba» Muñoz, la mamá que noquea la adversidad dentro y fuera del ring
- Escrito el:: 10 mayo, 2022
La pugilista Zulina Muñoz señala que, aunado a ello, otra gran adversidad es la desigualdad en salarios por ser mujer
La boxeadora mexicana y excampeona mundial supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Zulina Muñoz, registra más de 50 combates ganados, 30 de ellos por nocaut. Al respecto, señala que el mayor reto que enfrenta es compaginar el ser madre y pugilista al mismo tiempo. «Lo más difícil de combinar el ser mamá y boxeadora es darme tiempo para hacer las dos cosas al 100 por ciento», explica «La Loba» en entrevista para EL UNIVERSAL, con motivo del Día de las Madres.
«Hay momentos en que debes valorar qué es lo mejor para tus hijos. ¿Ir a una junta escolar o entrenar? Debes balancearlo, porque prepararte puede hacerte ganar la pelea, y con eso les voy a dar un futuro mejor del que tienen ahora. Es muy difícil porque eres mamá 24-7, así estés en el gimnasio suena el teléfono y te dicen: ‘Señora, tiene que venir a la escuela porque a su hijo le duele la panza’, y tienes que estar ahí», explica.
En ese sentido todo atleta tiene momentos de entrenamiento, alimentación y reposo. No obstante, para las pugilistas esta administración de tiempo enfrenta desafíos: «En la mayoría de los casos el hombre cumple con dar dinero para el gasto y la mujer es quien regularmente cuida a los niños. No te puedes olvidar -así seas boxeadora, doctora, enfermera, etc.- que también tienes que cuidar a tus hijos, checar tareas, hacer de comer. No puedes escapar del estereotipo que tiene la mujer aquí en México. Los hombres dicen ‘¿sabes qué mi amor? tengo pelea tal día, me voy a descansar’. Ellos descansan y entrenan, nada más. Y las mujeres no, las mujeres nos partimos en muchas piezas».
Otra adversidad que enfrentan las peleadoras es la desigualdad económica imperante en la industria del boxeo mexicano: por el hecho de ser mujer, la paga que reciben es tan solo del 10 por ciento de lo que recibiría un varón en las mismas condiciones, en el mejor de los casos. «La mayor desventaja de ser mujer en este deporte obviamente es en las bolsas de las peleas. Por ejemplo, como campeona del mundo en México recibes, bien pagado, 15 mil dólares, lo que se me hace de verdad una burla, porque es el mismo trabajo al que hacen los hombres y estamos hablando de que a ellos les pueden pagar 200 mil dólares».
Por otro lado, la maternidad también es un factor importante, pues los cambios fisiológicos pueden hacer mella en su desempeño boxístico. «Tu cuerpo cambia radicalmente con el embarazo y cuesta muchísimo regresar a pelear. Luego de mi primer embarazo bajé mucho de peso y al hacer sparring con cualquier golpe me caía. Sin embargo, trabajé muy duro en el gimnasio y gracias a Dios gané esa pelea por nocaut».
En medio de este mar de complejidades, para Muñoz hay una tabla de salvación que la hace seguir adelante y que recomienda a todos cuidar, sin importar a qué se dediquen: «La familia siempre va a ser parte fundamental en lo que te desarrolles; estando bien con tu familia te vas a poder desenvolver en cualquier ámbito. Tienes que tener una estabilidad tanto física, mental y emocional para que puedas rendir el 100%, y la familia es lo más importante para eso».
La pequeña Zulina de 4 años, segunda hija de «La Loba», dice que le gusta que la gente aplauda a su mamá y que se tomen fotos con ella, por lo que quiere dedicarse a lo mismo cuando crezca. Del mismo modo Dylan de 12 años, primogénito de Muñoz Grajeda, quien comienza a practicar el arte de fistiana. Explica que ver a su mamá superar cualquier adversidad es el mayor aliciente que tiene. «Mi mamá es alegre y aunque hace bien las cosas, siempre trata de hacerlas aún mejor. Quiero ser como ella cuando sea grande, porque antes no me gustaba el box, pero verla a ella me hace querer ser campeón mundial».
La excampeona del CMB sabe que la carrera del boxeo es corta y posiblemente esté en sus últimos combates en el pugilismo, pero a sus 34 años aún tiene mucho que ofrecer en los cuadriláteros. «Estoy dando el último jale de mi carrera; pueden ser uno, dos, tres años, o a lo mejor como ‘Jackie’ Nava y ‘La Barbie’ Juárez, a mis 42 años aún siga. Realmente soy feliz boxeando y soy feliz siendo mamá: el secreto está en disfrutar lo que haces y darle su espacio, su calidad a cada momento».